Para conmemorar los 30 años de la muerte de Rufino Tamayo, Nancy Mayagoitia tuvo la lucidez de organizar un bello homenaje, homenaje peculiar que consistió en entregar 30 enormes sandías para ser intervenidas por 30 artistas respectivamente. Este ícono de la obra de Tamayo resultó darnos la oportunidad de homenajearlo a través de nuestra obra y mostrarlo al mayor número de personas posibles para hacerlos también partícipes de este acto de amor y gratitud, para lograr esto se pensó en el mejor lugar común y libre: la vía pública.
En mi caso, la gran sandía está inspirada en el Museo de Arte Prehispánico de México “Rufino Tamayo” que hospeda una colección importantísima de piezas prehispánicas donadas por Tamayo a su tierra natal. Quise enaltecer esta colección que sin duda fue una gran inspiración para la obra de Tamayo y al notar que este tema no se había tocado en otras sandías lo sentí muy pertinente.
– Siegrid Wiese
Para conmemorar los 30 años de la muerte de Rufino Tamayo, Nancy Mayagoitia tuvo la lucidez de organizar un bello homenaje, homenaje peculiar que consistió en entregar 30 enormes sandías para ser intervenidas por 30 artistas respectivamente. Este ícono de la obra de Tamayo resultó darnos la oportunidad de homenajearlo a través de nuestra obra y mostrarlo al mayor número de personas posibles para hacerlos también partícipes de este acto de amor y gratitud, para lograr esto se pensó en el mejor lugar común y libre: la vía pública.
En mi caso, la gran sandía está inspirada en el Museo de Arte Prehispánico de México “Rufino Tamayo” que hospeda una colección importantísima de piezas prehispánicas donadas por Tamayo a su tierra natal. Quise enaltecer esta colección que sin duda fue una gran inspiración para la obra de Tamayo y al notar que este tema no se había tocado en otras sandías lo sentí muy pertinente.